La ESIME ha formado a miles de ingenieros y es un pilar fundamental del Instituto Politécnico Nacional, destacándose en el desarrollo industrial del país. Desde su origen en el siglo pasado como Escuela Nacional de Artes y Oficios, ha evolucionado con sensibilidad hacia la innovación en la educación mexicana, rompiendo con conceptos obsoletos. Sus contribuciones van más allá de la ingeniería electromecánica, impactando también en el desarrollo cultural del país.

La ESIME, que comenzó como ENAO, surge de las aspiraciones democráticas de la Reforma y refleja un hecho cultural; durante la Revolución se transforma en EPIME y luego en EIME, integrando cambios tecnológicos y nuevas demandas políticas, económicas y sociales, con el compromiso de combatir el atraso y mejorar los niveles de vida. Así, la ESIME es tanto consecuencia como causa del desarrollo industrial, adaptándose a los tiempos y formando continuamente el capital humano que el país necesita.

La actualización del modelo educativo refleja la importancia de la enseñanza técnica en el Instituto Politécnico Nacional. Actualmente, las naciones compiten para desarrollar tecnologías avanzadas y productos innovadores en el mercado global.

Los contextos económicos, sociales y culturales han inducido cambios que afectan costumbres, métodos de trabajo y estilos de vida. La industrialización y el fomento a la investigación básica y aplicada son esenciales para mejorar la calidad de vida de la población. En este sentido, la enseñanza técnica es crucial para preparar profesionales capaces de enfrentar los desafíos de la economía global.

La ESIME Azcapotzalco es un pilar de la enseñanza técnica en México y tiene el compromiso de formar ingenieros con una nueva mentalidad. Para ello, es necesaria la actualización de los perfiles de los estudiantes y docentes, así como un programa de estudios alineado con las metas del país, manteniendo su liderazgo en las áreas de ingeniería mecánica y robótica industrial.